jueves, 24 de marzo de 2011

"ESFUERZO Y RECOMPENSA, LA HISTORIA DE MANUEL"

Érase una vez  un niño que vivía en el campo con sus padres y su hermana mayor.

Manuel que así se llamaba, tenía 6 años de edad, y su hermana María 8 años. Ambos hermanos estaban en edad escolar, era el año 1970 en el cual la enseñanza a éstas edades era ya obligatoria.

Pero éstos hermanos no iban todavía al colegio, y los niños con los que jugaban  de otros campos cercanos tampoco iban a la escuela.

Unos decían que no querían ir al colegio por que a ellos lo que les gustaba era estar con los animales en el campo, tal y  como lo hace su padre; y algunas niñas que no tenían que aprender nada más que a coser, lavar y cocinar, y así eran conscientes sus padres.

Pero Manuel y maría tenían curiosidad y mucha ilusión de ir algún día a un colegio y aprender, Manuel soñaba por las noches que a la mañana siguiente en vez de ir a ayudar a su padre con los animales en el campo, iba al colegio y jugaba en el recreo con otros niños y niñas.

El padre de Manuel y María era un hombre inteligente, autodidacta, sabía leer y escribir y sumar y restar,  y también tenía una mente despierta para resolver problemas, por lo que pensaba continuamente en el futuro de sus hijos .

Ante la impotencia de poderlos llevar al colegio, por su horario de trabajo y la lejanía de la escuela, decidió que al llegar de trabajar después de su dura jornada reuniría a sus dos hijos alrededor de la mesa y con unos lápices que les había comprado y un cuaderno, enseñarles todo lo que el sabía, suerte que María y Manuel eran muy espabilados y aprendían rápidamente las enseñanzas de su padre.

Al comprender sus padres que la educación de sus hijos no podía quedar ahí, no tuvieron más remedio que internarlos en una Escuela  Hogar ubicada en un pueblo cercano.

En aquellos años la familia no disponía de coche, y el autobús aunque pasaba cerca de la caseta del cortijo no se adaptaba al horario, por lo que los lunes debían levantarse muy temprano y caminar 8 kilómetros hasta llegar a la escuela .

Manuel y María con sus carteras y su madre con la maleta se dirigían cada lunes a la escuela, era digno de ver a Manuel como llegaba cansado pero con mucha alegría porque le encantaba la escuela, pese a que  su hermana lo llevaba peor.

La primera semana les hicieron unas pruebas para comprobar  que nivel tenían, y fue sorprendente porque podían acoplarse al curso que les correspondía por su edad, las enseñanzas de su padre dieron fruto al fin y al cabo.

Estuvieron así durante 5 años hasta que sus padres encontraron un trabajo en el pueblo y se trasladaron a él y por ello asistirían a clase de forma más cómoda y permanecerían en casa con sus padres.

La gente del pueblo recuerda a Manuel con la carita de felicidad con la que llegaba andando al pueblo desde el campo con su cartera en la mano.

Con el tiempo María llegó a ser una ingeniosa maestra y Manuel un prestigioso médico, gracias al interés de sus padres  y el derecho a la educación que cambiaron sus vidas.


NOMBRE: ANDRÉS PARRA CABANILLAS

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