Nunca pensamos que semejante historia pudiera haberse producido pero nada más lejos de la realidad. Todo esto ocurrió en Lesotho un pequeño país enclavado en la república de Sudáfrica. El reino de Lesotho es montañoso en oeste, tierras bajas onduladas donde viven numerosos pueblos. Rodeado por las montañas Drakensberg que se extienden de noreste a este y las montañas Mulati, de nordeste a sudeste. El río Orange nace en las tierras altas de Lesotho.
En una pequeña ciudad llamada Roma muy diferente a la europea nació el 21 de Marzo de 1993 con la llegada de la primavera un precioso bebe de piel morena y con unos grandes ojos negros que miraban a su alrededor intentando descubrir quien había ahí este lindo bebe se llamó Yumma, diosa de las fortunas. Aisha su madre se desvelaba para criar a su pequeña intentó ahorrar todo lo que pudo para poder pagarle a su hija la educación infantil que en Lesotho es privada a tan temprana edad y Aisha con mucho esfuerzo y sacrificio lo consiguió, solo había algo que estaba lejos de las manos de Aisha y era que su pequeña tenía que a la escuela a la capital a Maseru. En los primeros años de vida de Yumma era su padre el que se desplazaba con ella hasta la capital porque él trabajaba allí. Pero cuando Yumma cumplió los 12 años de edad todo cambió su padre tuvo que irse a cultivar el campo a una ciudad mucho más lejana y pasaba grandes periodos fuera de casa.
Ambas vivían en una pequeña casita cilíndrica, con paredes de adobe y tejado de paja en forma de cono. Aisha, su madre, seguía criando ganado y cultivando los huertos para poder seguir manteniendo en la escuela a Yumma. Pero Yumma ya tenía que ir sola a la escuela todos los días su madre no podía acompañarla algo que asustaba un poco a Yumma ya que se sentía desprotegida. Pero Yumma era una niña alegre que gracias a su madre nunca había conocido las labores del campo solo para ayudar en su madre en los ratos libres, Aisha solo quería que Yumma estudiase todo lo que pudiera y que para ella se abriese ese nuevo mundo que todos sabemos que existe pero que para estas regiones es algo todavía mucho mas intangible. La esperanza de Aisha era que Yumma saliese del país o que viviera en la capital y que saliese de ese círculo de pobreza.
Yumma cogía todas las mañanas su pequeña mochila hecha con paja donde ella todos los días guardaba sus cuadernos, se desplazaba hasta el colegio y al mediodía volvía en el trayecto veía a personas que no eran de su confianza pero ella siempre aceleraba el paso y los perdía entre la flora del paisaje, llegaba a casa muy cansada y siempre se sentaba con Aisha a enseñarle a su madre todo lo que había aprendido para que su madre también lo aprendiera y lo conociera, Aisha era una mujer feliz cada vez que venía su hija sana y salva del colegio tan llena de ilusión y con tantas curiosidades como traía de la escuela, por la tarde Yumma se ponía estudiar todos los libros que traía de la escuela mientras su madre iba a los cultivos y cuando Yumma acababa, solo cuando ya había acabado, iba corriendo al campo a ayudar a su madre. Como Aisha descubriera que no había terminado las tareas se enfadaba mucho y siempre castigaba a Yumma a ponerse a leer toda la noche, por eso Yumma algunas veces se escaqueaba porque sabía que el castigo no era tan malo. A Aisha le encantaba escuchar a su hija leer libros y contarle historias para ella era su sueño darle a su hija esa vida.
El 15 de Junio del 2005 todo cambió Yumma se dirigía como de costumbre a la escuela cuando de repente se cruzó con 3 hombres armados que la increpaban por el camino ella intentó acelerar el paso pero los hombres corrían tras ella, Yumma intentó esconderse pero no puedo los hombres la cogieron por la fuerza y se la llevaron a las montañas donde estuvo secuestrada 7 interminables días sin ninguna esperanza de ser liberada, nadie podía saber donde se encontraba, rodeada de montañas sin saber que camino tenía que recorrer para salir de las montañas y encontrar a alguien que la ayudara. Mientras tanto Aisha en el poblado llevaba días sin saber nada de su pequeña fue hasta la capital en su búsqueda pero en el colegio lo único que supieron decirle era que Yumma no había ido ese día a clase, así todos los días Aisha recorría en mismo camino dejando de lado sus labores de cultivo y ganado, para ir a la escuela haber si Yumma había ido ese día. Sin tener ninguna forma para poder comunicarse con su marido Aisha estaba desesperada no encontraba la salida no podía hacer nada por lo que solo le quedó confiar el futuro de su pequeña a Yumma la diosa de la fortuna, para que ella la protegiera y la trajese sana y salva de nuevo a casa. En el fondo Aisha sabía que esto podía ocurrir en el algún momento pero no quedaba de otra Yumma tenía que ir a la escuela su hija no podía vivir siempre en ese poblado haciendo las labores del campo era algo que Aisha no había querido nunca para su hija, ella tenía que ser diferente. Pasaban los días y los días y Yumma no aparecía, mientras tanto en la cueva Yumma ya estaba desesperada aquellos hombres no le decían para que la tenían secuestrada solo que era para llevarla a un mundo mejor. Los hombres iban y venían mientras ella siempre se quedaba allí sola llorando muerta de miedo en aquellas montañas solitarias. Los hombres le pegaban para que se callara incluso uno llego a partirle el labio de una bofetada. En una de las salidas de los secuestradores Yumma no paraba de llorar estaba muy asustada y no sabía que iba a pasar con ella, asique lloró y lloró durante horas con las cabeza metida entre sus rodillas. Cuando de repente escucho un rugido, alzó la vista y vio delante de ella tres gigantes chacales mirándola fijamente y rodeándola. Yumma sintió todavía más miedo y no podía dejar de llorar, hasta que uno de los animales se acercó demasiado y le golpeó con la nariz en uno de sus brazos, entonces la niña dejó de llorar y se quedo muda no entendía la reacción de tan feroces animales. Se tumbaron al lado de ella y Yumma se calmó no le iban a hacer nada. Pronto llegaron los secuestradores de nuevo y al encontrarse con aquella estampa huyeron despavoridos por la montaña mientras eran perseguidos por los chacales. Yumma no sabía qué dirección tenía que coger para escapar asique se quedo allí quieta, a los minutos volvieron los chacales y se volvieron a sentar junto a ella así estuvieron día y medio hasta que un pastor los encontró y alertó a más personas. Aisha al enterarse de lo ocurrido sintió un alivio inmenso su pequeña estaba sana y salva y agradeció la protección de la diosa Yumma. Nadie daba crédito a lo que ocurrió en aquel pequeño pueblo de las montañas de Lesotho aquel día, incluso salió publicado en diarios internacionales, después de todo Yumma conoció la pretensión de los secuestradores querían casarla por la fuerza. Yumma viajó hasta Europa a contar su historia y gracias a sus estudios consiguió ser profesora de una escuela que fundó años más tarde con el dinero que ganó por la entrevistas sobre su secuestro y liberación. La escuela sigue hoy en funcionamiento y acercó el aprendizaje a lugares más recónditos de las montañas, incluso puso un carruaje a disposición de aquellos niños que vivían en lugares más lejanos para ayudarlos a venir a la escuela. Aisha consiguió lo que tantos años de esfuerzo le había costado Yumma fue una mujer diferente, nunca tuvo que tocar el campo y además ayudo a que muchos niños fueran como ella, encontraran un futuro mejor.
Esta historia ocurrió realmente en Etiopía en el año 2005 y a muchos nos hizo reflexionar.
NOMBRE: SILVIA MUÑOZ EXPÓSITO
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