martes, 22 de marzo de 2011

"HISTORIAS DE AKANA"

Halima desde pequeña le gustaba escuchar los cuentos tradicionales que le contaba su madre Akana, se trataba de historias que se asemejaban a su vida real; el cuento de garbancito que fue absorbido por una cabrita, el de la ratita presumida que se arreglaba para la feria…

El conocimiento de estas historias provocaba en Halima una necesidad de querer saber cada vez más, no sólo las historias que ya conocía o se sabía de memoria sino otras con las que adquiriese mayor experiencia.

Llegado este momento Halima le comento a su madre el hecho de que quería conocer más historias y Akana comenzó a contar otro “cuento” cuyos protagonistas llevaban el mismo nombre que ellas dos. La madre contaba como Akana del cuento con siete años le dijeron que no podía asistir al colegio, que a pesar de que era una niña surda y se le exigía que escribiera con la mano derecha tenía que ayudar a sus padres y a sus hermanos a trabajar, porque necesitaban dinero para comer y comprar las cosas necesarias para subsistir, además de que su padre había enfermado y su madre tenía que atenderle, el colegio también conllevaba una serie de gastos que no se podían permitir en tales condiciones.

Akana desilusionada decidió ayudar a sus padres adquiriendo experiencia en temas agrícolas, ganaderos y del hogar, apenas tenía tiempo para jugar con sus amigas pero ella sabía que todo lo que hacía era para bien y que quizás con su esfuerzo ella seguiría viviendo en las mismas condiciones, pero que generaciones después de ella podrían tener más oportunidades y las circunstancias serían otras en la que todo lo que ella no podía tener si lo podría adquirir otra persona.

Con el paso de los años, Akana creó su propia familia, sus condiciones de vida habían mejorado y esto se mostraba en su trabajo que ya no era el mismo, ni se trabajaba tantas horas como de pequeña y en tan malas condiciones, en la gran construcción de colegios que se había producido en los últimos años y el desarrollo habido en todos los aspectos pero sobretodo en su hija, también llamada Halima, que era como el vivo retrato de su madre cuando era pequeña, con la gran diferencia de que ella tenía todas las oportunidades de aprender lo que la madre no había aprendido, de adquirir experiencia y llegar a ser alguien importante en la vida que siga trabajando para ayudar a los demás, no solo pensando en ella misma y así lograr que este desarrollo siga creciendo y todos tuviesen cada vez más oportunidades sin desaprovechar todo lo bueno que le pueda aportar la vida.

En este momento Halima real se identificó con el “cuento” que le había contado su madre, comprendió que todas aquellas historias que le contaba Akana era parte de la experiencia que su madre había adquirido con el paso de los años y que a pesar de que ella no tuviese la oportunidad de escribir ni leer en perfectas condiciones, tiene otros conocimientos que le otorga a su hija para tratar de motivarla y demostrarle que todo en la vida se consigue mediante esfuerzo, mediante el aprovechamiento de las oportunidades que se generan y sobretodo el ser solidario con los demás, porque Akana no consiguió desarrollar sus estudios como ella quería pero gracias a su esfuerzo por mejorar a tenido una hija que puede tener esa oportunidad.

NOMBRE: YOLANDA MORALES CRESPILLO

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