Un día Mina iba hacia su trabajo, fue entonces cuando tropezó con aquel pequeñajo, que la miraba fijamente con sus ojos tristes, pidiéndole algo de comer.
- Hola señora, tiene unas monedas para comprar algo de pan.
- Hola pequeño, ¿Cuál es tu nombre?
- Me llamo Carlo.
- ¿Dónde están tus padres, Carlo?
- No sé donde están, no los recuerdo, siempre he estado en la calle.
- ¿Y donde sueles dormir? ¿no vas a la escuela?
- No, tengo que ir a trabajar para poder comprar algo de comer, pero me cuesta mucho encontrar un trabajo, nadie quiere contratarme, todos dicen que soy demasiado pequeño y no me ven capaz de hacer nada.
- Ven acompáñame, te comprare algo para comer.
Mina entro en un restaurante que había al lado de ellos dos y compro un bocadillo a Carlo, este lo agarró y echo a correr sin ni siquiera dar tiempo a Mina a despedirse de él.
Mina, apenada, continuó caminando hacia su trabajo, recordando todo lo que había sucedido en su vida hasta poder llegar a recorrer esos pasos a diario e incluso para poder comprar ese bocadillo. Ella vivía en una pequeña casa con sus tres hermanos y dos hermanas, su padre trabajaba en el campo, al igual que su madre, sus hermanos ayudaban en casa aportando dinero de su trabajo y sus dos hermanas tenían que quedarse en casa para limpiarla y preparar la comida para el resto de su familia, además de cuidar de ella, ya que era la más pequeña de la familia. Cuando Mina cumplió cinco años también la llevaron al campo a trabajar. Ella soñaba con ir a la escuela, como el resto de niñas de su edad, quería aprender a leer, escribir y hacer cuentas, se imaginaba trabajando en una gran oficina. Mina, a pesar de su poca edad, sabía que sus padres jamás podrían pagar sus estudios, por lo que decidió realizar su sueño por ella misma. Comenzó leyendo los libros que tenían en casa, cuando todos iban a dormir ella se quedaba despierta, pronto comenzó a aprender a hacer cuentas y así poco a poco avanzó en su aprendizaje. Cuando Mina cumplió trece años se trasladó desde su pueblo a la ciudad y comenzó a trabajar en una tienda, con mucho esfuerzo consiguió un ascenso por su gran empeño en el trabajo, con veinte años consiguió entrar a trabajar en una empresa de secretaria, se ganó la confianza de todos allí, con su trabajo, interés y esfuerzo por sus tareas. Ahora puede ir a trabajar todos los días.
Cuando Mina recordó todos esos momentos de su vida, se dio cuenta que ella podía ayudar a ese niño, podría enseñarle a leer y de ese modo no le costaría tanto trabajo como a ella realizar su sueño. Mina buscó a Carlo y le propuso enseñarle todo lo que ella sabía, y desde ese momento todos los días ambos se encontraban en casa de Mina. Cuando Carlo cumplió diez años pudo asistir finalmente a la escuela, y actualmente está realizando su sueño, tiene una pequeña asociación donde ayuda a los niños que estaban en la calle, como él, les enseña y además les ofrece una alternativa a la dura vida de las calles.
NOMBRE: ELENA MÁRQUEZ GARCÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario