Erase una vez, una niña que se llamaba Shengai que vivía en una tribu de Tanzania que se llamaba Maasai. Esta niña vivía en una casa con sus padres y sus tres hermanos. Sus padres trabajaban cuidando animales en una granja, pero ellos no ganan el suficiente dinero para llevar a todos sus hijos al colegio, entonces Shengai que tiene trece años y es la mayor tiene que quedarse en casa ayudando a su madre.
Así pasaban los días y Shengai veía como sus hermanos se preparaban para ir a la escuela y se ponían su uniforme y ella no podía porque se tenía que quedar en casa limpiando y haciendo la comida para sus hermanos y sus padres.
Y un día le dijo a su madre:
- Mamá a mi me gustaría ir a la escuela como todos mis hermanos.
- No puede ser hija, no podemos pagar los gastos de uniforme, libros, zapatos y comida de otro más, ojala tuviéramos dinero y tu pudieras ir a la escuela-. Le contestó su madre.
Entonces un día, la niña iba a coger leña para cocinar y pensaba en la escuela y en lo que a ella le gustaría ser de mayor , también pensaba que cuando ella tuviera un niño querría que fuera al colegio y que aprendiera mucho.
Al volver a casa había una mujer en su puerta y ella le dijo:
- Señora, ¿qué quiere usted?
- Busco a una niña, se llama Shengai.
- Ah, pues soy yo señora.
- Hola, Shengai vengo a decirte que hemos hablado con tus padres y nos han dicho que quieres ir a la escuela.
- Si señora me encantaría aprender.
- Pues no te preocupes porque irás a la escuela la próxima semana.
Y Shengai se puso muy contenta y gracias a la conversación que tuvo con su madre su sueño se hizo realidad.
NOMBRE: CRISTINA AGUILAR PÉREZ
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