A las 6.45 de la mañana empezaba el día para Isabel. La gran ciudad y sus atascos matinales le impedían tener 10 minutos más de sueño. Todos los días eran un calvario para ella, pues odiaba el colegio y más aun levantarse temprano 5 días a la semana. Tenía que vestirse, peinarse, desayunar cuando aun todavía no estaba toda la luz del día. Su madre la llevaba en coche y durante los 15 minutos que duraba el trayecto podía dormir un poco más. Isabel siempre relataba que odiaba el colegio, a los profesores… comentaba que todo lo que enseñaban no servía para nada, ella quería ser cantante y no necesitaba estudiar esas cosas.
Un día como tantos, llegó a clase una niña nueva, su nombre era Yumma. Yumma era sudafricana y llevaba en España 2 años, había llegado con su madre de forma ilegal y en el poco tiempo que llevaba aprendió español de forma rápida.
La clase comenzó con la lectura de un libro, el turno le llegó a Yumma, la cual se quedó callada durante un tiempo confesando mas tarde que no sabia leer bien, todos sus compañeros se rieron. Mas tarde, le tocó salir a la pizarra para realizar una multiplicación y Yumma volvió a confesar que no sabía hacer esas cosas, lo que volvió a provocar las mofas de sus compañeros.
Al comienzo del recreo, Isabel que era una chica muy curiosa, se acercó a Yumma que se encontraba en un rincón apartada de los demás niños y le dijo que a ella no le importaba leer o multiplicar porque no le haría falta para cumplir su sueño.
Yumma levantó la cabeza del suelo y miró a Isabel, empezó a contarle que en su país solo había ido nueve veces al colegio, escapándose de su casa, ya que le tenían prohibido ir, caminando durante dos horas para llegar a él. Comentó, que los días que no iba al colegio tenía que trabajar en el vertedero buscando chatarra para vender y poder comer ese día.
La única salvación para Yumma era asistir al colegio y crearse una buena formación para crecer como persona y cumplir su sueño, que era ser profesora.
Isabel se quedo muy sorprendida con el relato de Yumma, desde entonces se despertaba todos los días con mas ganas que el anterior de ir al colegio, en el trayecto recogía a Yumma de casa para que nunca más fuera andando y durante los quince minutos de trayecto, Isabel enseñaba a Yumma a leer, le comentaba todas las cosas que iban viendo, al igual que Yumma le recordaba lo privilegiadas que eran por recibir una educación.
NOMBRE: CRISTINA SANTIAGO CASADO
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