jueves, 24 de marzo de 2011

"TAN CERCA Y A LA VEZ, TAN LEJOS; EDUCACIÓN Y DESARROLLO"

Tánger (Marruecos)

“…Al amanecer, despertaba con el sonido de los primeros barcos procedentes de la península española…”- comentaba Fátima a sus niños.

Fátima, de siete años, era una niña marroquí, procedente de una familia humilde de Tánger, ciudad costera situada al norte de Marruecos. Fa, así era como le llamaba su familia, sobresaltada y alborotado por los sonidos de las embarcaciones, bajaba todos los días hasta el puerto para observar aquellas personas que le parecían tan diferentes a ella y al resto de sus hermanos. “que piel más blanca tienen, que vestidos más cortos llevan,…”pensaba siempre fa mientras observaba ensimismada a los turistas.

Desde hacía semanas, todos los viernes, venía observando a una niña, que agarrada de la mano de su madre, se dirigían a la heladería del puerto y pasaban la tarde, riéndose y charlando con un hombre muy apuesto. Fa pasaba las horas muertas observando a esta niña,…hasta aprendió su nombre, de escuchárselo tantas veces a su madre, la niña se llamaba Carmen, ella le despertaba curiosidad jamás había visto “algo que agarraba entre sus manos”.

Cuál fue su sorpresa, que una tarde, observando desde la playa la heladería, comprobó que no estaba Carmen pero… si estaba el libro que leía. Sin pensarlo, lo cogió de la mesa y regreso corriendo a su casa.

Fa lo guardo como su gran tesoro, hasta que toda su familia fue a dormir. Esa noche lo abrió, y solamente pudo mirar los dibujos con tristeza, no entendía nada, jamás había visto algo parecido.

A la mañana siguiente, Fá mas triste que de costumbre,  se acerco de nuevo a la heladería para devolverle el libro. La niña, Carmen y su madre se lo agradecieron invitándola a un rico helado. Además, María, así se llamaba la madre de Carmen, le regalo otro libro.

Desde este momento Fa esperaba a Carmen todos los viernes al atardecer y juntas leían poco a poco los cuentos. Gracias a ésta, Fa fue aprendiendo cada vez más palabras, estaba muy emocionada con la lectura.

Pasados unos meses, al padre de Carmen lo destinaron a Tánger, y las niñas pasaban cada vez más tiempo juntas disfrutando de la lectura.  Una tarde, la madre de Carmen, observando los grandes progresos de Fa, hablo con su familia para decirle la capacidad de Fa y que sería una buena opción que fuera al colegio, podía llegar lejos. Éstos tras mucho oponerse cedieron finalmente que si.

Gracias a esta decisión, Fa aprendió a leer y a escribir.


NOMBRE: CARMEN ECHEVERRÍA CASILLAS

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