Había una vez una niña africana llamada Kimya, vivía en una familia del norte de África .Su padre murió cuando ella tan solo tenia 5 años y su madre esta enferma de Malaria. Esta joven niña con 12 años, trabajaba con la única esperanza de poder tener algo para llevarse a la boca tanto ella como su madre y su hermano pequeño de 7 años ya que al morir Dabir, su padre, su madre estaba embarazada.
Kimya solía reunirse todas las mañanas con otros niños de su edad para ir juntos a trabajar y algún padre también los acompañaba algunas veces. Trabajaba duramente de lunes a lunes para obtener poca cosa pero lo suficiente para que su familia tuviera algo para poder alimentarse y no morir de hambre. A pesar de ser tan pequeña realizaba muchos esfuerzos y era un trabajo muy agotador.
Lo único con lo que esta joven soñaba, era con poder algún día levantarse pero no para ir a trabajar, si no para poder recibir una educación digna para su edad al igual que muchos niños del mundo, esta niña no sabía escribir ni leer, que era lo adecuado para su edad y no tener que ir todos los días a trabajar.
Pero un día se quedo durmiendo y cuando fue al lugar donde se reunía con todos para ir a trabajar ya se habían marchado. Empezó a correr para llegar lo más pronto posible al campo en el que trabajaba y de camino escucho una voz y se detuvo. No sabia de donde provenía esa vocecilla miraba hacia un lado y hacia otro, hasta que descubrió que se trataba de un genio .Este genio le decía que no corriera que se iba a lastimar pero ella le respondió que iba a llegar tarde. Entonces el genio insistió en que se esperara un momento, que el le iba a conceder el deseo que ella quisiera. Al escuchar que le concedería un deseo ella dejo de correr y acudió hacia donde se encontraba el genio, éste le dijo que pidiera lo que ella quisiera y más falta le hiciera que el se lo concedería, ante esta propuesta del genio Kimya no lo pensó ni un momento cual era su deseo, por lo que le dijo al este pequeño genio que lo que mas deseaba en el mundo era poder ir al colegio así poder tener una educación, el genio le concedió su deseo, y a partir de ese mismo momento la niña comenzó a ir al colegio y aprendió a leer y escribir.
Kimya iba por las mañanas un ratito al colegio, pero luego tenía que acudir al trabajo porque su familia dependía de ella para comer, pero poco a poco al tener una educación y saber escribir, leer además de ser ella mas feliz y enseñar a su hermano también a leer y escribir, empezó a tener trabajo mas dignos y mas valorados, por lo que debido a la educación que recibió su vida fue mejorando con respecto a la de muchos de los niños de su país que siguen siendo explotados en el campo, en la mina, etc.
NOMBRE: Mª INMACULADA MARTÍNEZ OSTOS
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